ul. Ogrodowa 17, PL-91-065
Łódź - Polonia
www.andelslodz.com
Lodz. Una ciudad industrial y un legado de viejas fábricas poco
menos que inservibles.
Y sin embargo, constituyen un patrimonio que había que conservar porque entre ellas había valiosas obras de arquitectura.
Una antigua instalación textil, de ladrillo visto, con una fachada clásica de trazado regular y limpio, con ventanas de arcos, 
acompañadas de pilastras que dan un sentido de nobleza al conjunto y ayudan a desarrollar el ritmo que ordena todos los elementos, se ha convertido en un hotel.
El contraste entre la vieja función y la nueva se refleja en los materiales empleados en la recuperación y en el tratamiento de los espacios interiores.
Todo se ha realizado bajo la escrupulosa mirada de los encargados de conservar el patrimonio artístico de la ciudad de Lodz. Y el resultado ha sido sorprendente: luces de neón, pilares de hierro, paños de pared en colores sabiamente elegidos, líneas curvas que atienden al diseño más moderno y techos de ladrillo de aspecto incontestablemente
industrial… conviven y crean ambientes de carácter único y lleno de matices.
Habitaciones de tipos distintos, apartamentos para estancias largas, restaurante … un conjunto diverso pero pensado al milímetro dan vida al hotel más moderno de Polonia y a una parte de su historia reciente que recobra de este modo actualidad.
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Todo se ha realizado bajo la escrupulosa mirada de los encargados de conservar el patrimonio artístico de la ciudad de Lodz. Y el resultado ha sido sorprendente: luces de neón, pilares de hierro, paños de pared en colores sabiamente elegidos, líneas curvas que atienden al diseño más moderno y techos de ladrillo de aspecto incontestablemente industrial… conviven y crean ambientes de carácter único y lleno de matices.Habitaciones de tipos distintos, apartamentos para estancias largas, restaurante … un conjunto diverso pero pensado al milímetro dan vida al hotel más moderno de Polonia y a una parte de su historia reciente que recobra de este modo actualidad.
Ahora el pueblo ha sido recuperado para convertirse en un hotel, disperso en varios de sus edificios. La iniciativa ha partido de un italo-sueco dispuesto a devolver la vida a una joya que podía haberse perdido. Y dispuesto también a ofrecer una experiencia única de alojamiento en un país tan rico en emociones como es Italia.
Instalaciones modernas y del mejor diseño conviven con muros y muebles rústicos, casas y calles de siglos atrás y con un servicio a la medida de las necesidades de hoy.