79 Crosby Street
Nueva York
www.firmdale.com
Nueva York es una fuente inagotable de nuevos hoteles. De lujo, superlujo, de diseño, familiares, boutique, etc. La ciudad comporta, como ninguna otra, una oferta cada vez más arriesgada. Todo se prueba, todo se innova en la ‘gran manzana’.
Aunque aquí la competencia sea salvaje, hay algunos hoteles que parecen nacer con garantía de éxito, gracias a la excelencia de su proyecto, claro. La apuesta segura de la inglesa Firmdale Hotels es el nuevo Crosby Street Hotel, en pleno corazón del SoHo.
Un edificio de nueva construcción en el que se ha procurado mantener el mismo estilo arquitectónico industrial que tanto caracteriza esta zona de Manhattan. Entre sus once plantas, se reparten 86 habitaciones tipo ‘loft’ -de techos altos y grandes ventanales- decoradas con un estilo descaradamente colorido y ecléctico, donde la regla imperante parece ser no tener reglas y mezclar estilos. Eso sí, sin perder la elegancia en lo más mínimo.
Firmdale Hotels ha querido que este hotel naciera también con una marcada vocación ‘ecológica’, a través de un controlado consumo energético, por ejemplo. Y como novedad (también dentro del discurso ecológico) un huerto en el tejado. En él se cultivan productos estacionales que se proveen de frutas y legumbres frescas a la cocina.
En una ciudad donde el metro cuadrado de una azotea se valora como el oro, utilizar este espacio para crear un huerto urbano es, sin duda, una actitud transgresora que merece mención.
jueves, 29 de julio de 2010
Crosby Street Hotel
viernes, 23 de julio de 2010
Pousada Picinguaba
Pousada Picinguaba
Brasil
Un hotel exquisito en un rincón casi secreto de Brasil...Pincinguaba, SP
Brasil
www.picinguaba.com
La llamada ‘Costa Verde’ brasileña se extiende por unos 300km al sur de Río de Janeiro y bordea el Atlántico hasta el litoral de Sao Paulo. Recibe este nombre porque es aquí donde la sierra se junta con el mar y crea a una larga secuencia de bahías enmarcadas por pequeñas montañas de vegetación exuberante, salpicadas por más de 365 islas.
En esta ruta, unos 25 km al sur de la ciudad histórica de Paraty, se encuentra una diminuta aldea de pescadores, y en ella la Pousada Picinguaba. ‘Se dice’ que la aldea tiene cerca de 500 habitantes. Cuesta creerlo si uno no imagina las casitas escondidas entre la mata.
Para llegar hasta la Pousada, es necesario hacer un tramo corto a pie. Estos últimos 250m andando sirven para ponernos en situación. Estamos llegando a uno de esos rincones especiales, tranquilos y perdidos del mundo. La Pousada Picinguaba se encuentra en lo que su día fue un bonito casarón de estilo colonial portugués, hoy convertida en pequeño el hotel. Aquí el lujo se encuentra en los detalles, en el servicio, en su localización y en la simplicidad.
En sus 11 habitaciones, los huéspedes no encontrarán ni televisión, ni aire acondicionado, ni teléfono, ni Internet. Su decoración es rústica, sencilla. Cada habitación cuenta con una terraza donde cuelga una hamaca que invita a largas horas de descanso, admirando el exuberante paisaje. Porque eso sí, todas las habitaciones tienen vistas al jardín y al mar.
Quizás, los dos puntos fuertes de la Pousada son su magnífica piscina al borde de la bahía, y su exquisito restaurante, en el que se sirven platos de la gastronomía local, elaborados con productos de la zona. Sobra decir que el plato principal es el pescado, siempre fresco, comprado diariamente a los pescadores de la aldea. Aunque durante la tarde la cocina esté disponible para elaborar platos a la carta, el menú de la cena no ofrece opción. Se sirve entre 20h y 20h30 en el restaurante y enseguida se convierte en el momento preferido del día para la mayoría de los huéspedes. O quizás ese momento preferido sea el desayuno, otra equisita experiencia.
La Pousada Pincinguaba refleja un Brasil discreto, casi, secreto.
jueves, 15 de julio de 2010
Soho House Berlín
Soho House
Berlín
La 'evolución' de los decimonónicos clubes para caballeros londinenses ahora en un hotel...Torstraße 1
Berlín
www.sohohouseberlin.com
La tradición de los selectos clubes privados tiene su origen en los decimonónicos clubes para caballeros londinenses del siglo XIX, que servían más bien para demostrar el status social de sus miembros. Para pertenecer a ellos nunca ha bastado con reunir una desorbitada fortuna, sino que son necesarias buenas referencias y un prestigioso apellido familiar, por ejemplo.
Tras Londres, la mayoría de las grandes ciudades no tardó en crear sus propios clubes privados que denotan exclusividad. Frecuentar estas sociedades siempre se ha entendido como privilegio de muy pocos. Sin embargo, y de un tiempo a esta parte, parece ser que este entorno se está democratizando, o más bien, modernizando.
Un ejemplo de ello es Soho House, un personalísimo club de hoteles repartidos por algunas ciudades del mundo. En ellos, aún sin ser miembro es posible reservar alojamiento en sus hoteles y así acceder a las zonas exclusivas para socios que tenga cada uno.
Es así como funciona el nuevo Soho House Berlín, que abrió sus puertas el pasado mes de mayo. El hotel dispone de cuarenta habitaciones lujosamente decoradas, con tamaños que oscilan entre los 24 y los 118 m2. Las más grandes cuentan con bañeras de pie, sala de estar, mesa comedor, o un tocadiscos con una elegante colección de vinilos disponibles. Detalle que empieza a ponerse de moda en hoteles boutique.
A su vez, las zonas comunes se identifican claramente con las de un club social de lujo, con spa, gimnasio, piscina, incluso un pequeño y confortable cine, además de bar y restaurante, claro.
Ser miembro de Soho House viene siendo algo muy disputado en todas las ciudades en las que inaugura nueva sede, y de Berlín no se espera que sea diferente.
lunes, 5 de julio de 2010
Dunton Hot Springs
Dunton Hot Springs
Colorado, Estados Unidos
Una 'ciudad fantasma' transformada en hotel de lujo...52068 County Road 38
Dolores, Colorado
www.duntonhotsprings.com
A mitad del siglo XIX, la fiebre del oro pobló zonas inhóspitas del centro oeste de Estados Unidos. De la noche a la mañana brotaban pequeños pueblos donde rudos aventureros de muy distinta procedencia se buscaban la vida en lugares sin ley.
Pero de la misma forma con que surgían, estas ciudades eran abandonadas al agotarse las minas de oro y plata cercanas. Lo que ha quedado de aquellos pueblos de antaño, hoy en día se les conoce como ciudades fantasma.
Ahora, una de ellas ha sido totalmente transformada en un hotel de lujo. Desde las casas o los talleres, hasta la antigua parada de postas o la taberna hoy acogen doce habitaciones, un spa y un restaurante.
Las habitaciones se encuentran en cabañas individuales que detrás de un aspecto extremamente rústico, esconden todo el confort de un hotel cinco estrellas. Eso sí, sin televisión o teléfono. Para algunos algo inadmisible, para otros el súmmun del lujo.
En cuanto a las fuentes termales a las que el nombre hace referencia, se encuentran en una casa de baños con una piscina común y en una segunda fuente escondida en un tipi. Además, algunas cabañas disponen de sus propias bañeras con agua procedente de las fuentes naturales.
A la orilla del río Dolores, el paisaje que rodea el Dunton Hot Springs Resort es idílico. Para hacerlo más cinematográfico sólo faltaría que volvieran a aparecen vaqueros e indios. O que se volviera a encontrar oro, claro.