Calle Mayor s/n
Villabuena de Álava
www.hotelviura.com
Visto desde lo alto, el edificio del nuevo hotel Viura parece un juguete cuyas piezas están a punto de desmoronarse, o bien módulos de ‘tetris’ que hubiesen caído desencajados. Lo cierto es que su estructura, completamente deforme, es impactante. Sobre todo si -con más ángulo- percibimos que en su entorno nada parece desencajar.
El hotel Viura se encuentra en Villabuena de Álava, un pequeñísimo pueblo de la rioja alavesa. Rodeado de viñedos y bodegas, es el punto de partida ideal para conocer la prestigiosa actividad vinícola de la región.
Viura es un hotel de diseño y lujo. Sus 33 habitaciones están decoradas con un gusto exquisito, moderno, pero sin excesos. Diez de ellas son suites y cuentan con una amplia terraza privada, ideal para disfrutar de las vistas y de la tranquilidad del ambiente.
Una de las mayores bazas del hotel es su apuesta por la gastronomía. En su restaurante, cuyo original techo está completamente forrado por barricas, se destaca una larguísima carta de vinos. Más de 250 referencias que dan prioridad a la D.O: La Rioja, pero que además cuentas con vinos procedentes de más de diez países.
El ‘triúnfo de Baco’ es evidente.
jueves, 27 de mayo de 2010
Hotel Viura
jueves, 13 de mayo de 2010
The Serai Resort
The Serai Resort
Rajastán, India
Entre el árido paisaje del desierto de Thar, un oasis en forma de resort...Jaisalmer, Rajastán
India
www.the-serai.com
El desierto de Thar ocupa una extensa área del noroeste de India. En la zona que hace frontera con Pakistán, muy cerca de la mítica ciudad fortificada de Jaisalmer, se encuentra uno de los ‘oasis’ más exclusivos de este desierto indio: The Serai Resort. Otra exquisitez de la prestigiosa Relais & Chateaux.
Las 21 suites de The Serai son tiendas independientes y climatizadas con cuarto de baño y terraza. Las más lujosas tienen incluso una piscina privada cercada por muros que permiten a los huéspedes gozar de una total privacidad. Por no hablar de la suite Royal, que además de la piscina, cuenta con una tienda spa privativa.
Casi como un espejismo en un paisaje tan árido, la piscina principal del resort ejerce un protagonismo notable. Ha sido construida con la forma de los baños tradicionales indios, cuya base se va afinando escalonadamente, con la forma de una especie de pirámide invertida.
Como un servicio singular, el restaurante de The Sarai permite al huésped escoger su rincón favorito de todo el complejo donde se le sirva la comida o cena. El huésped escogerá el sitio, al aire libre o no, para que monten su mesa. Digamos que con esto, consiguen que las vistas también sean un producto ‘à la carte’.
Debido a las condiciones climáticas de la zona, que pueden ser extremas, The Sarai abre sus puertas de septiembre a marzo, cuando también es buena época para apuntarse a un safari por el desierto a lomos de un camello, por ejemplo…
jueves, 6 de mayo de 2010
Guest House Douro
Guest House Douro
Oporto, Portugal
Entre las pintorescas casas de la Ribeira portuense, un hotel que representa a la perfección lo que debería ser un 'hotel con encanto'...Rua Fonte Taurina, 92-101
Oporto
www.guesthousedouro.com
En 1996, la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad el conjunto urbanístico del centro histórico de Oporto. Entre esas pintorescas y tan retratadas casas de la Ribeira, una de ellas ha sido completamente restaurada para albergar un pequeño hotel, que representa a la perfección lo que debería ser un ‘hotel con encanto’.
Carmen y João, sus dueños, no han descuidado ni un solo detalle a la hora de transformar el antiguo edificio en un lugar especial, impecable, que tiene como principal característica proporcionar a sus huéspedes un ambiente íntimo y acogedor.
El pequeño número de habitaciones (apenas ocho, dos por planta) permite un trato muy cercano. Las habitaciones están decoradas individualmente con un resultado muy elegante. Si aquellas que dan al río tienen como inestimable valor añadido las vistas al Duero, las habitaciones que dan a la calle Fonte Taurina ganan en tamaño, pues las primeras, aunque correctas, son algo pequeñas.
Habiendo estado alguna vez en la Guest House Douro, es difícil que uno no recuerde con mucho aprecio los desayunos preparados cuidadosamente por João y servidos en un agradable saloncito de la primera planta. Frutas, quesos, panes, cafés… preparados prácticamente a la carta según el gusto del huésped.
Al final de la estada, aunque sólo haya sido de una noche, uno siente la necesidad de despedirse como ‘amigo’, pues se habrá quedado con la impresión de que a partir de ahora tiene una ‘segunda casa’ en Oporto. Probablemente sea ésta la mejor estrella de un pequeño hotel con tanta calidad.