Navegar por las tranquilas aguas de los ríos y canales franceses a bordo de un "Peniche Hotel", como llaman en Francia a estas barcazas, puede ser una forma diferente de descubrir el país: fuera de las aglomeraciones, lentamente, por otros caminos...

El barco se puede compartir con otras personas o mejor aun, reservarlo en privado para una familia o grupo de amigos.

Puedes elegir las comidas y vinos con el chef, ir a la compra en bicicleta a los pequeños pueblos por los que se van pasando, y organizar con la tripulación las actividades y visitas que más te interesen. Además, para mayor comodidad y facilitar las excursiones, se dispone de un minibús que acompaña por tierra durante toda la travesía.
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