Piazzetta Giustino Fortunato, 8
80138 Nápoles - Italia
www.palazzodecumani.com
Es verdad que la mayor parte de los viajeros eligen el frente de mar, con sus hoteles modernos, o los de las zonas más aseadas, más parecidas a las de una capital europea como Dios manda. Pero es que resulta que si Nápoles tiene algo especial e irrepetible es ese barrio antiguo, lleno de palacios e iglesias que la falta de espacio ha acumulado en calles estrechas y que la falta de dinero -de dinero en el sentido moderno- ha condenado a un envejecimiento que solo espera un enérgico lavado de cara para volver a brillar.
La calle principal de este barrio antiguo sigue el trazado del 'decumano' de la vieja ciudad romana. Tan antiguas son las raíces de este Nápoles vital, aunque sobreviva a trancas y barrancas. Y a pocos metros de esta calle, una placita de ambiente de lo más popular está presidida por la mansión que hoy aloja al Palazzo Decumani.
Hablamos de un hotel pequeño, para los estándares de hoy. Totalmente actualizado, decorado con gusto y con aspiración elegante, de forma amable para hacer cómoda la estancia y con todas las modernidades al uso.
La atención a los clientes es cuidada y eficaz. El ambiente es tranquilo porque su tamaño no se presta ni a aglomeraciones y a grandes algarabías. Y -cosa importante en el lugar- el hotel se ocupa del estacionamiento para los clientes que acudan con su propio coche.
En resumen, un hotel a tener muy en cuenta para salirse de la oferta habitual en Nápoles y para asegurar, a pesar de todo, la garantía de una localización excelente, del mejor ambiente y de toda la comodidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario